miércoles, 15 de agosto de 2012

MÉLIÈS: El primer Cineasta, Autor y mago del Séptimo Arte.

A pesar de que en sus primeros años el cine fue primitivo y sencillo, me atrevería a decir que George Méliès fue el primer autor (aun cuando ese concepto aparece en la nueva ola en los sesentas).

Su autoría radica en el estilo diferenciador de sus obras así como ciertas características repetitivas y reconocibles: temáticas de fantasía, empleo de efectos especiales, escenarios y vestuarios elaborados, grabación en estudio, fotogramas pintados, etc.

Estos elementos, sumados al hecho de que Méliès fue pionero en la mayoría de estas  técnicas lo convierten en un personaje fundamental y emblemático en la historia del cine.

La incursión de Méliès en la fantasía tiene como antecedente su trabajo como mago e ilusionista. El proyector fue el medio por él pudo expandir e incluir la magia, el humo y lo inimaginable dentro de las funciones de proyección de esa época.

Las habilidades de Méliès lo llevan a hacer más de 500 títulos de los cuales se conserva mucho menos de la mitad. Entre ellos, hay quienes afirman que Méliès es también el pionero en el cine de terror con su película: Le Manoir du Diable (1896).

Llevando mi reconocimiento de este director al extremo, más allá del autor, considero que Méliès puede ser más inventor del cine que los mismos hermanos Lumière porque no sólo creó su propia cámara (Los Lumiere no se la vendieron y se basó en el animatógrafo londinense para construir la suya) sino que fue el visionario del cine. Fue quién llevó el séptimo arte a otra plataforma diferente de los actualités y le salvó del letargo y pesimismo que la familia Lumière tenía sobre su propio invento.

Méliès realiza toda su obra y desarrolla su singular punto de vista en un momento en el que no muchas personas podían hacer cine o tenían acceso a este. Antes de la gran guerra, a Europa llegaban películas sobre diferentes partes del mundo y se presentaban breves films de situaciones cotidianas. Debido a su experimentación con el celuloide y su capacidad para innovar, este hombre puede presentar en su teatro: El Robert Houdin, obras diferentes y únicas para la época.

La novedad del cinematógrafo y las actitudes del público frente a las proyecciones (asustarse ante la llegada de un tren), favorecieron el impacto de Méliès pues  este le ofreció a la gente momentos de fascinación que durarían para todas sus vidas. Cabezas flotantes, infiernos pintados, espacios irreales y otras atmósferas que hasta ese momento sólo la literatura podía propiciar.

Como autor, su influencia a realizadores contemporáneos y generaciones posteriores es evidente. Chaplin hablaba de George Méliès como “El alquimista de fuego” y el norteamericano David Griffith (el pionero en el flashback y el primer plano) decía que le debe todo a este gran director.

La fuerza de este gran cineasta radica en su valentía y sagacidad porque aunque hizo 500 películas diferentes, sin que actuara en todas, en cada una siempre estuvo – y estará- presente el alma y pensamientos del gran George Méliès.

Firma de el Ilusionista y Cineasta: George Méliès
Retrato Fotográfico de George Méliès


Uno de los afiches para Le manoir du Diable, George Méliès Pionero en el cine de terror





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